¿Qué pasaría si te dijera
que ya no quiero seguir los pasos
de un mundo serio, que niega abrazos,
y que no hace más que observar?
¿Qué pasaría si te dijera
que ya no creo en una bandera,
en
un Estado, una frontera,
y otras barreras que alejan más?
¿Qué pasaría si te dijera
que hay otra cara que está
despierta?
Que se involucra, que la pelea
por un abrazo
y un poco más.