Juego

Momento sagrado
que me invita siempre 
a olvidarme de lo ausente,

a recordar que es el presente 
en donde habita la felicidad.

Ritual relajado, 
sin día ni horarios, 
enterrado por varios, 
rescatado al azar.

Instante dorado 
que escapó del pasado, 
que resiste lo amargo 
de dejar de soñar.

Reír sin escalas.
Dejarse asombrar.

Y, por sobre todas las cosas, 
no se olvide usted nunca, 
pero nunca,
de jugar.