Puzzle

Revueltas están en mi cabeza;
se chocan, se besan, no se dejan alterar. 
Son las piezas de la vida que me muero por armar.

Un par intentan y no pueden, 
porque juntarse ellas no deben; 
están hechas para otras,
pero insisten en tratar.

Y sin tan sólo lo supieran, dejarían de intentar.

Pero nadie les avisa,
y ese polvo en la repisa, 
los recuerdos, las sonrisas 
y las piezas… para armar.

La (no) venganza será dulce

Lo mejor de la venganza 
está en no llevarla a cabo,
porque un recuerdo amargo 
no te deja saborear

ni disfrutar de este presente, 
tan real y tan ausente, 
que te invita a despertarte, 
que te invita a intentar.

Y la venganza no es venganza
si el vengado no lo sabe; 
no hace falta informarle, 
sólo basta con amar.

Mientras vos dormías

Mientras vos dormías, yo también quise dormir.

Para que nadie me levante, 
para sentirme bien distante 
de lo que pasa en realidad.

Para nunca más pensarte, 
quizás sí, imaginarte, 
en un mundo que no existe 
o que nunca más vendrá.

Busqué dormir para mostrarte
a vos, consciente, arrogante, 
que hay otra parte de la mente 
a la que no le podés ganar.

Quise dormir por un instante,
y me rendí para apreciarte
al lado mío, sin imaginarte, 
sino sintiéndote de verdad.