Somos la voz de los dormidos,
de los que callan,
de los
olvidos.
La mirada fija del perdido,
la flor que se esconde en el camino.
Somos iguales en apariencia,
no hay escalones, no hay
división.
Sólo una vuelta menos de ciencia
y una vuelta más de corazón.
El abrazo listo, el motor del cambio.
Somos el color
que se cayó del cuadro.
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